Fiesta de la Almudena

Esta tradicional Fiesta de la Patrona de Madrid tiene lugar los 9 de noviembre porque en esa fecha en 1085, cuenta la tradición,  tras nueve días de constantes plegarias se organizó una solemne procesión para localizar la imagen que había sido escondida en la muralla por miedo a la ocupación árabe. Así cayó parte de la muralla y allí estaba oculta la imagen de la Virgen María con dos velas encendidas y fue llamada la Virgen de la Almudena ( Virgen de la muralla). 

Hasta el año 1976 se realizaban dos celebraciones una procesión el 8 de septiembre día de la Natividad de María y una rosario y ofrenda floral en la muralla donde según la tradición apareció la imagen de la Virgen María. En el año 1976 se decidió unir ambas celebraciones en la fecha más significativa el 9 de noviembre.
 
Cuentan las crónicas que presidian esta procesión, además de Alfonso VI de León y Castilla, el rey Sancho Ramírez I de Aragón y V de Pamplona, el infante don Fernando y Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, al que también se la atribuye una leyenda diferente con esa imagen. Al llegar la comitiva a la actual Cuesta de la Vega y al pasar por delante de un trozo de la muralla árabe de la ciudad que por allí se levantaba, un cubo de la muralla se resquebrajó dejando al descubierto la imagen buscada y, según la tradición, dos cirios que la habían alumbrado durante los 373 años que había permanecido escondida.
 
La imagen actual de la Virgen de la Almudena, que data de 1496 fue realizada por Diego Copín de Holanda escultor que trabajó en el retablo de la Catedral de Toledo. Fue coronada solemnemente el 10 de noviembre de 1948 y declarada patrona de la diócesis de Madrid por el papa Pablo VI el 1 de julio de 1977.
 
El 2 de febrero de 1954 la imagen de la Virgen de la Almudena fue trasladada desde la iglesia del Sacramento, a un altar de la Colegiata de San Isidro.
 
Allí permaneció hasta junio de 1993, en que en una solemne procesión fue trasladada a la nueva Catedral de Santa María la Real de la Almudena, donde desde entonces permanece en un magnifico altar gótico, en el lado derecho del Altar Mayor. Al día siguiente Su Santidad Juan Pablo II consagró la nueva Catedral Metropolitana de Madrid, siendo la única catedral española consagrada por un pontífice.
 
Durante varios días tienen lugar diversos actos religiosos como la ofrenda floral del pueblo de Madrid, el Triduo y la Vigilia de oración de los jóvenes, que culminan con la celebración de la Solemne Eucaristía donde el alcalde de Madrid, en nombre de todos los madrileños, renueva el tradicional Voto de la Villa a la Virgen (una tradición que se repite desde 1640 cuando su entonces Concejo realizó por primera vez este voto como acción de gracias a la Virgen por «haberla salvado de tantas calamidades) y la procesión de la imagen desde la Plaza Mayor a la Catedral.